
Compraste un asiento de coche para proteger a tu pequeño de daños. Su propósito es mantenerlos estables y seguros en caso de que tengas que frenar repentinamente mientras conduces. Las empresas que fabrican estos asientos están obligadas a someterlos a las pruebas de seguridad más rigurosas. Deben asegurarse de que el diseño y los procesos de producción funcionen correctamente y que los productos que envían al mercado cumplan con su propósito.
Cómo los asientos de coche pueden causar lesiones
Un asiento de coche puede causar lesiones de dos maneras generales. La primera es a través de un mal funcionamiento catastrófico. Si hiciste una parada repentina y violenta que lanzó a tu hijo fuera del asiento del coche, es una prueba de que el asiento falló y no es adecuado para su propósito. Tienes un buen caso para una demanda si esto ha ocurrido.
También tienes un buen caso si el asiento de coche no está adecuadamente a prueba de niños. Los niños, especialmente los muy pequeños, son naturalmente curiosos. Tirarán y tratarán de desarmar varias cosas en el asiento del niño. Es responsabilidad del fabricante prever tal actividad y hacer un producto que pueda resistirla. Si tu hijo ha logrado aflojar una parte del asiento del niño y se ha atragantado al tragarla, entonces tienes un caso muy sólido contra la empresa que fabricó el asiento.
Cómo un abogado puede ayudar
Tu abogado te ayudará a obtener la justicia que mereces. Incluso si el asiento del niño es retirado del mercado, el fabricante aún debe dinero a tu familia por el dolor y la dificultad que han tenido que soportar. Un abogado especializado en responsabilidad de productos podrá reunir todas las pruebas relevantes para tu reclamo y desarrollar un caso sólido contra la empresa que fabricó el asiento. Es posible que puedan reunir suficientes pruebas para obligarlos a llegar a un acuerdo sin ir a juicio.